No.
No soy la esposa, no soy la madre, no soy la hermana.
Después de una década sigo buscando la tolerancia
Me rindo.
No la he perdido: nunca la tuve.
Cuando acepté la eternidad contigo creí que traías la
tolerancia para los dos: nunca fue así.
Probablemente nunca fue clara la lista de promesas mutuas.
La decepción duele demasiado.
Me rindo.
La esposa dice basta , mientras la madre pide paz y la
hermana no para de llorar.
No.
No soy yo.
Separo mi ser del sufrir: es automático.
Ni tu culpa esposo, ni tu culpa hijo, ni tu culpa hermano.
¿Magia?... De un grito murió mi fe: lo poco que quedaba
Lo siento esposo.
La mitad es mi culpa.
¿Amor?.... Lo único real y eterno está en mi sangre mezclada con la tuya.
Te amo hijo
Acá estoy a tu lado.
¿Fraternidad?... Rompiste el lazo: elegiste y anulaste el
pasado
Me duele hermano
Te necesito.