martes, 14 de febrero de 2012


No.

No soy la esposa, no soy la madre, no soy la hermana.
Después de una década sigo buscando la tolerancia
Me rindo.

No la he perdido: nunca la tuve.

Cuando acepté la eternidad contigo creí que traías la tolerancia para los dos: nunca fue así.
Probablemente nunca fue clara la lista de promesas mutuas.
La decepción duele demasiado.
Me rindo.

La esposa dice basta , mientras la madre pide paz y la hermana no para de llorar.

No.

No soy yo.
Separo mi ser del sufrir: es automático.
Ni tu culpa esposo, ni tu culpa hijo, ni tu culpa hermano.
¿Magia?... De un grito murió mi fe: lo poco que quedaba
Lo siento esposo.
La mitad es mi culpa.

¿Amor?.... Lo único real y eterno está en mi sangre mezclada con la tuya.
Te amo hijo
Acá estoy a tu lado.

¿Fraternidad?... Rompiste el lazo: elegiste y anulaste el pasado
Me duele hermano
Te necesito.