Desde donde solo veo luz, un sendero, mis lirios y jazmines favoritos. Desde fuera solo siento un llamado irresistible que nunca antes había escuchado: una mezcla de hojas bailando desde las copas y la brisa dulce que acaricia mi rostro. Es tu mano, me obliga a cerrar los ojos. Es la libertad que no conocía. Es la paz que era una utopía.
🔎 Un espejo.
Donde por primera vez me veo, donde aprendo a conocerme, a perdonarme de a poco, y donde todo el dolor deja de sangrar para convertirse en aprendizaje silencioso. El reflejo que me calma son tus ojos, tu boca en cámara lenta, tu caricia suave cuando la lección es difícil.
🌟 Mi nirvana.
🌟 Mi nirvana.
El estremecimiento inefable de plenitud que dura un segundo o mil minutos. Lo jamás percibido del simple respirar juntos, de la consciencia, de solamente estar presentes. Eso que hace que el sexo no sea lujuria. Todo lo posible solo de a dos, todo lo imposible con cualquier otro al azar, todo lo sagrado, único e irrepetible.
Adios, gracias.