domingo, 28 de noviembre de 2021

Orando

Dios, gracias, pero ya no necesito tus señales.

En realidad, disculpame, las busqué mucho y jamás las vi.

Descubrí mi instinto, lo liberé y ahí deposito mi incertidumbre.

La ansiedad que conoces sigue aquí, a veces aflora y sale a jugar, pero cada vez con menos intensidad.

La verdad liberó el instinto, y mi instinto está marcando el camino.

No he dejado de buscar, solo me estoy dejando llevar.