Luego de 1 año de mirar una pantufla desde nuestra oficina, compartida con nuestros hermamigos de Logomotora, nos mudamos a nuestra casa propia.
Aunque las circunstancias parecieran forzadas todo ocupo su lugar universalmente único.
El aire que se respira en esta casa es increíble. Gracias a todos y cada uno de los espíritus que componen M-Comunicaciones. Esto es mágico.
Crecer es sublime porque ustedes me sostienen cada día.
Ahora estoy segura que yo soy el diamante.