domingo, 1 de mayo de 2011

Olor a campo

En mi carrera me ha tocado ir mucho al interior de nuestra república. Hay características unicas que nos han hecho famosos en todo el mundo. Una de ellas es la inocencia casi ridícula de nuestra amable gente del interior.

También es increible e irreplicable el olor a campo de nuestra patria. Entiéndanse en el mas amplio de los sentidos de sus conceptos: naranjos, flores, mierda, cerveza, sudor, reggaeton, etc.

En mis viajes me ha tocado compartir un terere con gente del interior en alguna silla cable, y en esas charlas me ha tocado escuchar historias realmente dignas de ser escritas y divulgadas.


Ya que estamos en epoca de epidemia del dengue me viene a la cabeza una anecdota al respecto del tamaño mosquito. Voy a escribir en español, pero imagínensela en guarani (por favor).

"Que grande que son los mosquitos en Asuncion, con razon que se muere la gente", afirmó frente a mí un agricultor en Caazapá refiriendose a una imagen en zoom del mosquito en la televisión mientras veiamos el noticiero del Canal 9 en la hora del almuerzo.

Este sencillo hombre estaba simplemente seguro que los mosquitos en Asunción eran del tamaño de un terodactilo. Obviamente, somos seres humanos, asi que no pude evitar cagarme de la risa en su cara.

En otra oportunidad, en una estancia ganadera en Alto Paraguay nos sentamos a descansar en un retiro para compartir la matula de queso paraguay y mortadela que llevamos.

Para romper el hielo, y viendo a la señora del capataz embarazada, pregunté cuando llegaba el niño. El capataz nos explicó que como buen cristiano el quinto bebé seria bienvenido en su familia, pero que para el no era comprensible como su mujer habia quedado grávida.


"Yo tomé todos los dias las pastillas esas que nos dieron los del ministerio de salud, asi como explicaron tome, igual nomas la patrona quedo preñada... Seguro que demasido valé ya soy y no ataja mas nada... Demasiado chiquita luego es la pastillita" aseguró el cuatrero ante mi total asombro y destornillamiento de risa.
En este contexto embarazoso recuerdo otra sublime afirmación de una empleada domestica de una estancia que casi me mata de espanto. Como la vi con una gravida panza de por lo menos 6 meses de embarazo se me ocurrio hacer un comentario al respecto (para que lo que uno quiere ser agradable?).

"No puede ser que yo esté embarazada, si este muchacho no es mi novio..."

Dos factores al respecto de esto: 1) Ella estaba segura de que no podia quedarse embarazada al tener sexo con un muchacho que no era su novio, y 2) Ella no iba a aceptar que estaba embarazada porque nunca le metio todito, segun lo que aclaro luego.

En estas aventuras he aprendido que cada terere relajado es toda una historia de vicisitudes de la vida real apartada de Asuncion que no va dejar que Paraguay salga del tercer mundo en el corto plazo.