viernes, 21 de septiembre de 2007

Hasta que te duermas: 01

¿De donde habré quitado este dolor?
Corro pero aún sigue a mi lado… Así comienza esa canción de 1996 que todavía me transporta hasta cada uno de esos días.
Cuando tenía catorce años cumplía con todos los requisitos de cualquier rebelde de finales de los noventa que debía su mala suerte a una clásica familia disfuncional y al exceso de música grunge y MTV.
En esa época, mi padre era un fantasma que cambiaba de características en mi mente de acuerdo a mi humor. Nunca importaba ya que en realidad no existía. Mi madre estaba tan ausente como el trabajo y la política barata del partido en el poder le permitían. Mis hermanos (que son dos) eran demasiado pequeños para entender porque prefería pintarme las uñas de negro y el pelo en naranja. La única imagen de autoridad familiar que conocía, si puedo llamarlo así, era mi abuela.
Pero vayamos por parte. No porque la historia sea demasiado compleja, sino porque es demasiado simple.