sábado, 20 de mayo de 2023

Ritorno alla purezza

L'amante più timido.

Así lo describo, en italiano, un idioma preciso y cargado como para describir la explosión apasionada que encuentro en su boca cada vez que me acerco a él desde el jueves 4 de mayo.

Esa noche solo estaba buscando problemas o alguna bomba que tragarme con fines auto destructivos. Fui a su casa, de la nada, sin conocerlo, sin miedo, sin nada que perder. Me tragué el veneno usual y solo pensaba en mi necesidad oscura de que ese hombre me denigre con su sexo animal. Mi plan se truncó cuando sentí su presencia dulce y cálida, su trato amable y dulce. Ya estaba ahí y me lancé a buscar mi objetivo de sexo mundano y aniquilador de autoestima.

Al comienzo fue mecánico. Llevé una tonelada de lencería fina negra e hice todo el espectáculo decadente de siempre de la ramera de alta clase. Sí, ese que tengo muy ensayado, y que incluso sigue latiendo dentro mío como una fantasía inconclusa.

Entre medio docena de opciones eligió un babydoll corto de gasa negra y encaje, con una costura bajo los senos que terminaba siendo casi adolescente, infantil o juguetón. No pensé demasiado en eso porque era parte de la tragedia emocional que me estaba provocando a mí misma. El italiano no sabia nada sobre mis intenciones. Esa noche era la primera vez que nos vimos después de conectar en una aplicación de citas.

Mientras creía tener el control con mis piernas abiertas sobre su regazo rebajando mi sexo con toda mi fuerza, el italiano siempre fue tierno y amable. Luego de unos minutos me sentía extraña, mi tanga estaba humedecida, mojada debido a la excitación que me provocaba la gentileza de este hombre; y esto nunca me había pasado antes, ningún preludio amoroso me había causado tanta excitación que me había mojado de esa forma, siempre he tenido que estimularme de otras formas.

Mis labios estaban muy abiertos y yo estaba muy sensible, seguía encima suyo. Mi respiración se aceleró, sentí un hormigueo recorrer todo mi cuerpo, mis pezones reaccionaron a los impulsos y deseos reprimidos, estaba deseosa. Nos besamos todo el tiempo, sin mediar palabra, largamente su lengua recorrió toda mi dentadura, se detuvo en mi lengua y me hizo excitar aún más. Mis manos tomaron su pene fuertemente, lo apreté, lo amasé, lo acaricié, él me besaba y me dijo al oído: "tranquila".

Sin mediar palabra simplemente me desnudó haciendo desaparecer mi tanga en una sola maniobra. Tímidamente me penetró mientras se devoraba mis tetas dándole a cada pezón un empujón con la lengua, una chupada y unos besos intensos que no conocí nunca antes. Este introvertido hombre me estaba llevando a un éxtasis que no podría definir, no era yo, no me encontraba, estaba viajando por el espacio sideral, lo único que atinaba decir: "Más, así, más, te gusta?". Aunque presentía que mi voz gimiendo lo intimidaba, me daba cuenta que mi placer lo motivaba más. No me dio ninguna señal de haber eyaculado, y hasta ese momento yo aun no había acabado.


A pesar de estar un poco cohibido y mudo, tomó fuerzas de quién sabe dónde, y me chupó las tetas, como yo había soñado en la mayoría de mis fetiches. Fue muy natural.

Perfecto, era un estímulo embriagador, era el mejor sexo oral que yo podría desear, tenía al hombre en mi poder, lo dirigía a mi manera, le indicaba qué hacerme, con las yemas de los dedos, jugaba con mis tetas, pellizcaba mis pezones, juntando mis pechos los iba besando lentamente. Con su nariz acariciaba el costado de mi seno, permitiendo que su lengua acariciara mi pezón. Formaba círculos lentamente con la nariz, los labios y la barbilla, apretaba los labios a mis tetas, en las partes exteriores, y me permitía sentir la extensión de su cara, su barba, y su boca que se sentía más suave que nunca al contacto de mi seno.

Luego cambiaron los besos, besos superficiales, cortos, largos, más largos y profundos, sus besos se fueron erectando, se ponían más largos, fuertes y profundos. "Mordisquéame y chúpame las tetas" le rogué mientras masturbaba mi clítoris. Silencioso y sin dar vueltas, me mordía, me tomaba y se centró en mis tetas, mi órgano de mayor éxtasis estaba recibiendo un electroshock, intentó tomar un pezón entre sus dientes, esto me puso muy caliente, estaba chorreando cantidades industriales de líquido vaginal.

Formó una "U" con la lengua, propiciándome unas largas y suaves lamidas, comenzando en el costado externo del pecho y acabando en la punta del pezón. Endurecía la lengua, jugando con ella en todas mis tetas, dejándome darme placer yo misma, llevándome a un paseo por las nubes.

Su boca lamiendo mi seno, eran una perfecta conjunción donde el sudor, excitación, placer, pasión y deseo aumentaron y crecieron hasta estallar en los muros internos de mi vagina con el placer liberador de mi orgasmo y un temblor en todo mi cuerpo. Fue mucho más sensual que intenso, y me permitió tener una serie de sensaciones placenteras preorgásmicas, indescriptibles, inenarrables, e imposibles de explicar.

No solo uno, era una marejada de impulsos nerviosos, un sinfín de ataques de placer a mi cerebro, no sabía qué hacer con todo este vendaval de clímax, alcancé a sentir que el tímido se alejó de mis tetas y empezaba otra ronda de caricias tibias por todo mi cuerpo, pero era el momento que me desconcertó: sentí paz y ganas de quedarme en ese abrazo tibio y tímido de pureza e inocencia.

sábado, 15 de octubre de 2022

El bucle

No se quiebra el bucle.

Otra vez soy el monstruo?

Es tu bucle de adjetivos y referencias cruzadas.

Vos nos llevás ahí. A ambos nos empujas a ese abismo.

No entiendo, así vas a sanar?

Qué confuso es leer mis íntimos collage al lado del espejo y también tus odiosos textos.

Hace mucho que ya no se trata de quien soy.

Hace mucho que solo se trata de lo que vos aseguras que es verdad.

Tu martillo, amor de mi vida, ya estableció mi sentencia: ese es el bucle.

Por más que pregunte cómo avanzar juntos, no hay sentido ni misericordia.

Por más gritos ahogados que use para decir mi verdad; no importa.

Tu balanza no es la de Themis. La balanza que mide mi verdad funciona solo con tu juicio, a veces delirante, a veces realmente imposible, construido ya solo de puras suposiciones.

Vivo y respiro en mi letra escarlata, mi caminar permanente a la hoguera.

Hoy me llamas monstruo, porque ayer fui monstruo.

Vivo a sabiendas de que una vez monstruo, para vos, por siempre monstruo.

Un año después me encuentro bajando la cabeza.

Un año después me encuentro monstruo, sin excepción.

Mi llanto desesperado, mi pánico a ser echada a la calle, mi terror de que darte lo que has pedido no sea suficiente nunca. Y que el bucle siga, y las bofetadas persistan, y que el "callate" sea el código permanente de un diálogo falso.

Soy autoconsciente al poner mi “yo” bajo tu lupa siempre, y percibiendo que para vos solo he fallado en tantos sentidos, y no hay piedad o misericordia para esta pecadora.

Parte de mi repertorio conductual de culpa, vergüenza y derrota.

Una redención? Linkin Park me lo cantó.

Dejé que la misericordia venga y arrastre y se lleve lo que he hecho.Me enfrenté a mí misma, para tachar aquello en lo que me había convertido.

Me borre a mí misma y deje pasar lo que he hecho.

Un año después por fin encontré la valentía de por fin escribir, reflexionar, mirar hacia dentro, despedirme y emprender un nuevo viaje que se inicia con la pregunta: qué quiero?

lunes, 18 de julio de 2022

Archivo

Qué guardo? Ya ni sé

Importa? Ya ni sé

Somos solo eso que nos pasó? No lo sé

Somo eso que estamos viviendo? Tal vez

Los ángulos de distorsión son los que definen el porvenir; un futuro que ni existe.

La incertidumbre del sueño nos empuja una línea más.

La curiosidad de lo venidero nos empuja una mentira más.

Qué guardo?

Ya lo recordé!

La princesa de mamá, la bebé de un padre ausente, la víctima de experiencias frágiles.

Tres inocencias interrumpidas por el dolor mundano.

Una hermandad de media sangre y mucha bravura contenida.

Un olimpo de sueños de noches de verano interminables.

Las mil y un moralejas de las vivencias imposibles.

Nunca tuve paz, pero en mis batallas aprendí a ser el mejor soldado.

Desde hoy hago trinchera en esta felicidad paralela.